Los edificios enfermos podríamos definirlos, tomándonos un poco de libertad en la definición, como aquellos que causan malestar a las personas que lo habitan durante un periodo de tiempo debido a problemas de temperatura, ventilación o agentes químicos.
La enfermedad que se asocia a este tipo de edificios es el síndrome del edificio enfermo, y que la OMS (Organización Mundial de la Salud) define como: "Conjunto de enfermedades originadas o estimuladas por la contaminación del aire en espacios cerrados." Estos síntomas son asociados fundamentalmente a edificios de oficinas o centros comerciales, lugares donde se produce una densidad alta de personas durante un periodo largo de tiempo.
Según vemos recogido en el NTP 289: Síndrome del edificio enfermo: factores de riesgo (guías de buenas prácticas), la sintomatología de las personas que residen durante un periodo determinado en estos edificios son:
- Irritación de ojos, nariz y garganta
- Sensación de sequedad en membranas mucosas y piel
- Ronquera
- Respiración dificultosa
- Eritemas
- Comezón
- Hipersensibilidad inespecíficas
- Náuseas, mareos y vértigos
- Dolor de cabeza
- Fatiga mental
- Elevada incidencia de infecciones respiratorias y resfriados
Como veis estos síntomas o enfermedades generadas son muy perjudiciales para la salud de los trabajadores. Implica un bajo rendimiento y productividad debido a problemas que pueden ser solucionado en muchos casos con un correcto mantenimiento de los aparatos de ventilación y/o climatización.
Si nos centramos ahora en el edificio, las causas más comunes que provocan el síndrome son:
- Ventilación mecánica y climatización
- Superficies interiores recubiertas con material textil
- Materiales y construcciones de mala calidad
- Hermeticidad y falta de ventanas practicables
En referencia a la calidad del ambiente nos encontramos con los siguientes agentes:
- Químicos: Como pueden ser gases o partículas en suspensión (Cloruro de Metileno, Estireno, Cadmio, Dióxido de Azufre, Dióxido de Nitrógeno, Monóxido de Carbono, etc.) que pueden ser debido por ejemplo a una deficiente pintura en el revestimiento de las paredes interiores.
- Biológicos: Seres vivos y subproductos. Un ejemplo que puede ser bastante general son los excrementos de los pájaros.
- Físicos: Condiciones termo higrométricas, ruido, iluminación, ventilación, etc. Un mal cerramiento puede provocar condensaciones y la entrada de humedad al interior de la edificación, provocando por ejemplo dolores de cabeza o resfriado.
Cuando se detecta y se llega a la conclusión de que el edificio esta enfermo tras un exhaustivo estudio, las soluciones pueden ser sencillas o muy complicadas: desde limpiar los conductos de ventilación o regular la temperatura interior de la climatización a problemas con los materiales de los cerramientos o particiones interiores.
Fuente planoyescala.com
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